miércoles, 31 de octubre de 2018

10 películas para no dormir en noche de Halloween

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Imagen de Andrés Nieto Porras

Halloween procede del rito pagano de origen celta Samhain, que ponía fin a las cosechas y daba entrada a una estación marcada por el frío y escasez.  Sin embargo, la cultura norteamericana  ha devuelto, corregida y aumentada, la tradición, y hoy día Halloween  se convierte una ocasión para disfrazarse, hacer juegos de susto o trato y, también, para ver películas de terror.
Por eso, es un buen momento para repasar algunos clásicos del cine de terror, y pasar un rato inquietantemente entretenido.

1- La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968)

Una historia que es progresivamente terrorífica, con un personaje protagonista bien elegido (una mujer vulnerable, luego embarazada) y una buena actriz para interpretarla (Mia Farrow). La película se vuelve más y más siniestra cuando los peores temores de la protagonista se van convirtiendo en realidad. Ruth Gordon (la peculiar vecina de la protagonista), obtuvo el Óscar y el Globo de Oro a la mejor actriz de reparto.


2- La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968)


La película ha cumplido ya cincuenta años, pero sigue con el dudoso honor de ser la primera de las películas de zombies tal y como las conocemos hoy día. El director optó por el blanco y negro para una historia en el que los protagonistas refugiados en una casa frente a los zombies van cayendo uno tras otro en sus manos. Los zombies dan miedo de verdad y las escenas son bastante gore para lo que estaban acostumbrados por aquella época. Hay infinidad de remakes, pero merece la pena ver la versión original, que todavía produce pavor.

3- El exorcista (Willian Friedkin, 1973)


William Peter Blatty consiguió el Oscar al mejor guión, y la película obtuvo también el de mejor sonido. Tuvo otras ocho nominaciones. A este lado del Atlántico, fue ganadora del oso de oro a la mejor película (drama), mejor director, y mejor guion. La niña Linda Blair obtuvo también el globo de oro. La película aún hoy asusta a cualquier espectador, por muy curtido que esté. El uso del sonido y el manejo de la cámara de Friedkin logra un efecto del que decir que es inquietante es poco. Para no ver en soledad.

Una escena de la aterradora El exorcista

4- La profecía  (Richard Donner, 1976)


Al igual que La semilla del diablo y El exorcista, toca el tema satánico de manera que resulta verosímil, partiendo de la premisa de que Satanás existe, claro está. La interpretación de Gregory Peck da calidad a la película,  y la sucesión de muertes en torno a Damien aporta el toque macabro. Una de las primeras películas que demostró que un niño, según el lugar que la adjudique el guion, puede resultar aterrador, y de las primeras que usó el número de la bestia: 666.

5- El resplandor (Stanley Kubrick, 1980)

Stephen King no estuvo nada contento con el resultado, porque el genio obsesivo de Stanley Kubrick acabó vampirizando su historia. Pocas veces unos pasillos de hotel han dado tanto miedo. El trabajo de Jack Nicholson también aportó a la película, aunque como siempre pecando algo de histrionismo. La progresión dramática es más y más aterradora, y el poder inquietante de algunas de sus imágenes se graban en la retina del espectador. 

6- Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984)

Aunque no es una gran película, la fuerza de la idea central (un asesino que acecha en tus sueños, de modo que si te duermes estás perdido) y un personaje que ha aterrorizado a una generación (Freddy Krueger) la hacen digna de ser incluida en una selección de películas para dar miedo. Es un paradigma del subgénero slasher, caracterizado por un psicópata que asesina a adolescentes o jóvenes, alejados de la protección de un adulto. Otras películas como Viernes 13, Halloween  o Scream pertenecen a este subgénero. Después de verla resultará difícil irse a la cama.

7- El sexto sentido (M. Night Shyamalan, 1999)

Aunque no es propiamente una película de terror, sino que lo combina con el misterio y el drama, no hay duda de que es una película de fantasmas. No solo eso, sino que, al igual que Los otros, de Alejandro Amenábar, le dio la vuelta al concepto contándolo desde el otro lado. Su director, además, llenó la historia de detalles, como el color rojo, y acabó contando una historia en la que transmitía su reflexión acerca de las relaciones humanas. Pero eso no quita para que haya escenas que dan verdadero terror.

El realizador indio-norteamericano M. Night Shyamalan

8- La maldición (Ju-on) (Takashi Shimizu, 2002)

El terror japonés merece por méritos propios estar en cualquier antología. Películas como La maldición (Ju-on), pero también The ring no solo tienen una interesante premisa argumental (en el caso de esta película una casa embrujada por un acto de violencia sucedido en el pasado), sino también una atmósfera absolutamente inquietante. Ambas películas generaron remakes en Estados Unidos. Aunque tengan un ritmo más lento, merece la pena ver las versiones originales. Sin tantos medios ni efectos especiales como las americanas, ponen los pelos de punta.


9- Déjame entrar (Thomas Alfredson, 2008)

Las que no siempre dan miedo son las películas de vampiros, a veces juegan con un tono decadente estilizado y otras se quedan en meras cintas de acción. No es el caso de esta producción sueca que redefinió el cine de vampiros, dándole la vuelta a una historia de bullying, con una secuencia final que hace estallar toda la tensión acumulada durante la película. Inquietante en grado sumo, después de verla no dejarás que ninguna niña que no conozcas se acerque a tus hijos.

10-  La cabaña en el bosque (Drew Goddard, 2012)

Parece la típica película de grupo de jóvenes que se internan en un lugar apartado y son asesinados por un psicópata o ente maligno. Pero nada que ver, el interés de la película reside en la historia, lo que su trama va desvelando poco a poco, hasta un final realmente delirante. Durante toda la película mantiene cierto tono de verosimilitud, y cuando el espectador llega al final ya está atrapado. Una prueba de que el género de terror sigue vivo. En grupo resulta hasta divertida por momentos, pero mejor no verla solo.

Bonus Track: Los mundos de Coraline(Henry Selick, 2009)


Basada en la novela Coraline de Neil Gaiman, del  que ya hablamos, es una historia delirante en la que la protagonista cruza un umbral  de su casa para descubrir más allá una realidad alternativa en la que Otra Madre sustituye a su madre original. Aunque originalmente se siente más a gusto, pronto aprende que hay un reverso siniestro de esa otra realidad, una trampa de la que debe salir. Gustará a los adultos, pero entusiasmará a los niños

Y nada más, solo queda recomendar una buena manta, una pantalla adecuada y buena compañía para verlas y no perder del todo el sueño  después del visionado. Que usted se asuste bien.
© 2018 Pedro Alcoba González, excepto las imágenes que acompañan al artículo. 
Imagen "Insomnio" de Andrés Nieto Porras, usuario Flickr anieto2k, reproducida por Licencia Creative Commons.

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