miércoles, 27 de abril de 2022

Variaciones sobre Cenicienta (relato)

 


De los archivos clasificados del juicio:  “La corona contra Scarlett Wilkes. Sentencia 545/32 de 25 de Abril de 1933”. Transcripción de fragmentos de los diarios de Scarlett Wilkes

17/ Enero/1932

            La situación es extremadamente difícil. Desde que Rhett nos dejó todo ha empeorado. La ropa que tenemos es de buena calidad y apenas si se nota que hace  meses que no compramos un vestido. Si se supiera que lo único que tengo para  alimentar a  Margaret y Leslie son las patatas y las verduras que da la finca… Ningún hombre noble en su sano juicio se casaría con ellas si viera lo delgadas que se están quedando, aunque con los vestidos y el maquillaje todas disimulamos nuestro aspecto.

 Pero hoy estoy esperanzada porque he conocido a Ashley. Es también viudo. muy bueno y de buena familia también . El único inconveniente es esa Mary, hija de su anterior esposa. Es muy delicado de salud y aunque me tiemble la mano al escribir ya sé lo que haré cuando él ya no esté.

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15/Octubre/1932

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            Hoy hemos enterrado a Ashley. Ahora puedo poner en práctica mi plan.

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12/Noviembre/1932

            Desde que la confiné a las concinas, Mary está totalmente apartada del camino de ser una hija casadara. Eso deja vía libre a Margaret y Leslie, no tengo otra opción, lo siento por la pobre chica pero, aunque Ashley nos dejó lo suficiente para vivir bien por el momento, la situación volverá a ser insostenible en pocos años. Tres son demasiadas para casarlas y yo me debo a mis hijas

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            Lo que no me gusta es que sean crueles con ella. Como se mancha con los carbones de la cocina y está siempre con ceniza en la cara la llaman “Cenizas” o “Cenicera” o algo así.

20/Diciembre/1932

            Por fin ha llegado el momento que he esperado toda mi vida. El rey ha convocado un baile de fin de año para que su hijo conozca a todas las demas casaderas. Llevaré a Margaret y Leslie. No puedo contener la excitación.

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01/Enero/1933

            ¡Qué decepción! Una desconocida fue al baile y era tan guapa e iba tan bien vestida que las demás desmerecieron a su lado, incluídas Margaret y Leslie. El príncipe estuvo toda la noche bailando con ella

Pero aún hay una posibilidad. Cuando la desconocida se fue de palacio, al filo de la medianoche, se fue de una manera tan precipitada que perdió un zapato al bajar por las escaleras y el príncipe anda como loco de casa en casa  buscando a su dueña.

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04/Enero/1933

            Ha llegado el día que llevo esperando toda la semana. El príncipe viene hoy por fin a casa.

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            Mary está muy rara últimamente. Siempre ha tenido la cabeza llena de pájaros, pero últimamente canturrea contínuamente y tiene una sonrisa de boba que no entiendo. La pobre cadda día está peor.

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05/Enero/1933

            Es muy difícil a veces entender lo que una madre tiene que hacer por sus hijas; y nadie que no esté en mi piel puede entender por qué he llegado a donde he llegado, pero espero merezca la pena el sacrificio. Margaret siempre ha tenido los dedos de los pies demasiado largos, así que al probarse el zapato y comprobar que era demasiado pequeño para ella la extendí un cuchillo y la obligué a recortarse los dedos. Se le saltaban las lágrimas de dolor pero un dolor de unos días estará del todo justificado si se convierte en princesa y reina. Se han ido juntos, estará toda la tarde – y espero que la noche- con el príncipe.

(…)

            Mary está hoy extremadamente triste, no entiendo por qué.

06/Enero/1933

            ¡Qué desastre! Ayer me dijo Margaret que el príncipe había descubierto el engaño porque el coche en que iban se empantanó en el barro y al bajarse para sacarlo

vio sangre salir de su zapato. Si hubiera tenido más cuidado ...

            Hoy tengo la última oportunidad con Leslie

(…)

            ¡Es increíble lo que ha pasado! Todavía no me cabe en la cabeza : el príncipe nos dio otra vez el zapato y al probarlo a escondidas vimos que a Leslie se le salía el talón, así que yo misma corté un poco de piel para que entrara, pero el chambelán ya sospechaba y se dieron cuenta enseguida del engaño.

            Después sucedió algo sorprendente. El príncipe oyó a  Mary canturrear en las cocinas y fue hacia ellas,  donde la descubrió y habló con ella unos minutos, a pesar de que yo le dije que no era más que una sirvienta. Después se empeñó en que se probara el zapato, a pesar de sus harapos y su rostro ceniciento. ¡Pero lo más inesperado fue que le encajó a la desvergonzada!

No sé cómo manejar los acontecimientos, nada ha salido como yo pensaba. Supongo que tenemos un futuro en palacio pero nuestra suerte depende de una persona a la que hemos desahuciado desde que murió su padre, el pobre Ashley. No quiero adelantar acontecimientos, pero no sé si se portará muy bien con nosotras.

05/02/1933

            Hoy hemos ido a la boda del príncipe con Mary. Nunca pensé que asistiría a un acontecimiento así con tal tristeza. Esa insustancial Mary hizo que mis hijas fueran sus damas de honor, quizá para mostrar magnanimidad y bondad como princesa –y futura reina no lo olvidemos-. Pero al salir de la iglesia y durante todo el paseo unos pájaros las picaron en los ojos, a pesar de los guardias que intentaron protegerlas ; y ahora las pobrecitas tienen los ojos hinchados y están casi ciegas.

06/02/1933

            Mary ha encargado a los mejores doctores. Otra manera de congraciarse con mis pobres hijas para conseguir lo que en buena ley era suyo. No creo una palabra de esa tontería de que ella era la bella desconocida de la fiesta. ¿Dónde consiguió los vestidos, el carruaje y los lacayos si no tenía un céntimo? Va a ser reina por una maldita coincidencia, por tener una talla de pie adecuada. Qué absurdo y ridículo. Así se contruyen las monarquías de nuestra triste época. 

(…)

            Cuando veo a mis hijas con los ojitos hinchados, con esa expresión que tienen al mirar hacia delante y casi no ver nada, mis pobrecitas hijas con los pies mutilados, A Mary sólo le deseo que padezca la mitad de lo que he padecido yo con sus futuros hijos. Mis pobres hijas,  por las que he deslomado luchando e incluso he roto algunos de mis principios, me miran ahora sin apenas verme, me siento la madre más desgraciada del mundo. Pero lo peor ha sido que  hoy ha llegado una carta de un hermano del difunto Ashley, nos acusa de no haberle dado a Mary la herencia que le correspondía. Por supuesto he ocultado la carta, este hermano vive muy lejos, no creo que haga un viaje desde aquel lejano país para acusarnos. No lo creo…  


© Pedro Alcoba González 2022