La de Frank Pierson es la única en la que los personajes protagonistas son cantantes, al igual que la versión de Cooper. El esquema argumental sigue siendo el mismo. Es decir, artista en un tramo de declive en su carrera conoce a una cantante/actriz de gran talento que empieza a despuntar, la aúpa a la fama y comienza una historia de amor con ella, mientras las curvas de las carreras de ambos -una en decadencia y otra en ascenso- se cruzan. Sin embargo, aunque la trama argumental es la misma, la novedad es que la mismísima Lady Gaga interpreta un papel que tiene mucha relación con su propia vida: una cantante llega al estrellato con una poderosa personalidad artística.
Sin embargo, mientras Lady Gaga triunfó muy pronto, en la ficción a su personaje Ally no le llega el éxito hasta conocer a Jackson. Resulta de interés resumir brevemente (sin spoilers) la trama del film:
Jackson Maine ha llegado al éxito en su carrera, pero los conflictos, el cansancio y el alcoholismo le acompañan en sus conciertos. Al salir de uno de ellos entra en un local de drag queens por casualidad y se encuentra con Ally, una cantante que alterna actuaciones en el local con un trabajo precario. Al escucharla se queda prendado de su voz y su talento y tienen una conversación, en la que él aporta experiencia y sabiduría y ella, algo acomplejada por su físico, frescura y talento. Poco más tarde, Jackson la invita a subir al escenario con ella y Allly revela su talento ante el numeroso público. Esa misma noche comienza una relación entre los dos y Ally se incorpora a sus conciertos. A medida que continúan cantando juntos, Ally empieza a revelarse como una estrella en potencia , y el representante de artistas Rez se fija en ella. Mientras Ally se labrar una imagen nueva y diferente y acumula éxitos, Jackson se hunde más y más en el alcoholismo.
De entre las numerosas bazas que juega la película, no es la menos importante que el director defienda la historia desde la realización, la interpretación e incluso la composición. El guión es de Will Fetters, Eric Roth y Bradley Cooper, y las canciones son obra de Lady Gaga, Luke Nelson, Mark Ronson y de nuevo el propio Bradley Cooper. El ahora director tenía muy claro que lo que le interesaba de la película era la historia de amor, desde su frescura inicial hasta el conflicto, la ruptura y la reconciliación. La propia Lady Gaga afirmó “Es algo que todos nos tomamos muy en serio y en lo que creíamos a pies juntillas. Todos comprendimos la visión de Bradley y todos queríamos, hasta el último segundo, hacer que fuera perfecto.”
Bradley Cooper interpreta a Jackson Maine y dirige la película
Y en efecto, una película en cierto modo musical no podía funcionar si la banda sonora no lo hacía, y el equipo creativo se esforzó para que las canciones, y sus letras, acompañaran el recorrido vital de los personajes, a la vez que funcionaban musicalmente por sí mismas. Las interpretaciones de Lady Gaga (sobre todo), pero también de Cooper, resultan de una gran intensidad dramática en las escenas en que sus personajes se suben al escenario.
Sin embargo, la gran incógnita era si Lady Gaga iba a funcionar como actriz, y esta era sin duda la jugada más arriesgada de Bradley Cooper, que por otra parte se rodeó para todo de grandes profesionales tanto en el cuadro técnico como artístico. La cantante compone su personaje desde las escenas iniciales en las que el personaje muestra su carácter frente a otros personajes, las que se desborda sobre el escenario, y las más íntimas en que discute con Jackson y se derrumba emocionalmente ante la enfermedad de su marido. Podemos concluir Lady Gaga ha superado con nota la prueba, y que se ha revelado como una actriz con versatilidad dramática, resultando a veces más verdadera que el personaje compuesto por Cooper. Este confía más en su gestualidad, la caracterización y la mirada poderosa del personaje, como otras veces en la carrera del actor (nominado al oscar tres veces, por El francotirador, La gran estafa americana y El lado bueno de las cosas). Sin embargo, notamos una emoción y una verdad en Lady Gaga, que seguramente tenga que ver con la conexión del personaje con su propia vida.