viernes, 18 de diciembre de 2015

El género apocalíptico en el cine

El tema del final de la vida en la Tierra lleva una larga andadura en el cine.Películas generalmente englobadas dentro del género ciencia-ficción, pero no necesariamente pertenecientes a este (algunas son más bien cine de catástrofes o política-ficción), enfrentan a la humanidad con la hipótesis de su posible extinción. Como veremos, hay unas hipótesis más probables que otras, pero la vida humana no es inmune a la entropía, si es verdad que todo tiende al desorden en el universo.

Historia del género apocalíptico

Antes de que empezaran a hacerse más frecuentes con la moda actual de la ficción basada en zombis, se realizaron varios filmes con la hipótesis de una epidemia global: The Last Man on Earth (Sidney Salkow y Ubaldo Ragona, 1964) y El último hombre vivo sobre la Tierra (1971,Boris Sagal) se basaban en el mismo relato original;la reciente Soy Leyenda (2007, Francis Lawrence) es sólo la tercera versión. 28 días después (2002, Danny Boyle) o Hijos de los hombres (2006, Alfonso Cuarón) ahondan en esa hipótesis.



Lee el artículo completo en http://suite101.net/











jueves, 1 de octubre de 2015

Los alienígenas en el cine como metáfora del diferente

¿Qué es el hombre? ¿Quién es mi vecino?
Georges Simenon[1]

DESDE QUE LA ciencia ficción existe en el cine, han sido innumerables las aproximaciones al fenómeno de los extraterrestres. Hoy produce simpatía ver los estrafalarios seres que Georges Méliès imaginó en Viaje a la luna como habitantes de la Luna. Pero muy pronto en la ciencia ficción más solvente, los extraterrestres se presentaron como una amenaza. En las primeras versiones deUltimátum a la tierra o La guerra de los mundos, los aliens eran seres muy diferentes a nosotros y, al mismo tiempo, amenazadores. No es extraño que ambas se filmaran en plena guerra de Corea (1951-1953). Y es que en realidad los aliens, existan o no, han sido siempre más bien una metáfora de cómo entendernos con el que es totalmente diferente, y las visiones que se han imaginado van desde el conflicto total hasta la plena integración. Pero, quizá por la influencia de la segunda guerra mundial,  la mayoría de las primeras películas de ciencia-ficción concibieron el encuentro con una raza extraterrestre como conflictivo, y los ejemplos son innumerables, desde El enigma  de otro mundo hasta La amenaza de Andrómeda.

© Pedro Alcoba González 2015

jueves, 17 de septiembre de 2015

La juventud del adulto en la vieja Europa

SABEMOS QUE LOS adolescentes son incapaces de hacer lo que de verdad quieren porque se deben, a veces, la presión de grupo y otras a sus propios conflictos internos. Los niños aún no saben quiénes son; y los adultos están demasiado atados por sus obligaciones como para poder salirse de sus patrones vitales establecidos a base de renuncias, concesiones y transacciones. Así que nos queda el corto periodo de la juventud con la energía y determinación necesaria para hacer lo que verdaderamente queremos. Un informe reciente señala la edad media para emanciparse en torno a  los 26 años en Europa  Si tenemos en cuenta que la edad media –en Europa– para tener hijos es entre los 30 y los 35 esto nos deja algo menos de diez años para hacer realmente lo que queremos sin preocuparnos de más. ¿Es esto cierto?

Lee el artículo completo en www.vozed.org

© Pedro Alcoba González 2015

viernes, 26 de junio de 2015

LOS SIETE TÓPICOS DE LA INFORMACIÓN EN INTERNET


Cuando hace más de cuarenta años en Apocalípticos e Integrados Umberto Eco planteaba una oposición entre los que despreciaban los nuevos medios de comunicación y los que consideraban que era posible una sana integración entre ellos y la cultura; era difícil predecir que en pleno Siglo XX iba a irrumpir un nuevo medio. El problema con Internet es que es difícil definir lo que es, pero nos planteamos desterrar una serie de tópicos o falsedades para excluir al menos lo que no es.

Primero: la información en Internet es menos fiable que la impresa.
Aunque pasar por imprenta requiere un esfuerzo económico mayor, esto no garantiza que no haya detrás grupos de poder que condicionen la información. Está reciente el ejemplo del Diccionario Biográfico Español de la R.A.H. que ha pasado a primer plano por determinadas informaciones poco fiables

Segundo: la información en Internet es gratis.
Aunque parezca transparente, Internet necesita de una infraestructura considerable - que tiene un coste- para que la información llegue a cada hogar. Además, para que la información que obtenemos sea veraz y contrastable hay que pagar aún más por ella (el New York Times decidió hace tiempo cobrar por su edición digital)

Tercero: la información en Internet circula libremente
Es cierto en cuanto no hay restricciones a la misma en países democráticos. Sin embargo, aunque resulte complicado, ha habido intentos diversos (la anterior ley SOPA o la actual ACTA) de legislar la libre circulación de información en Internet

Cuarto: divulgar contenidos en Internet es fácil
Internet se caracteriza por la saturación de información. Subir simplemente información es casi igual a nada; lo importante es cómo se sitúa esta información en las búsquedas. Salvo que se tengan conocimientos de posicionamiento en buscadores, o se sepa cómo pagarlos, la información no llegará al gran público.

Quinto: obtener contenidos de Internet es fácil
No sólo hay que desarrollar la primera competencia que se pide a un usuario de Internet (saber localizar la información), además hay que superar una maraña de publicidad para llegar a ella y cuando se llega no siempre es accesible (como ha probado el cierre de Megaupload)

Sexto: informar en Internet es sencillo
Las nuevas tecnologías han posibilitado el llamado “periodismo ciudadano”, con el que cualquiera puede subir textos e imágenes a Internet. Sin embargo, lo que se sube dista de ser información, que para ello precisaría ser filtrada, clasificada y contrastada. 

Séptimo: la información en Internet es para todos
Tampoco es totalmente cierto. Cada vez hay que desarrollar más competencias para encontrar lo que se busca y además existe el filtro económico que hemos comentado para acceder a determinados contenidos de calidad. 

En conclusión, aunque aparentemente Internet sea un medio fácil, los condicionamientos económicos, los grupos de poder y la saturación de información banal hacen que exija como cualquier otro - o más aún- el desarrollo de determinadas competencias para poder extraer información útil, veraz y adaptada a las necesidades reales del receptor.

© Pedro Alcoba González 2015