martes, 14 de mayo de 2019

Vengadores: End Game no defrauda a público ni a crítica



Tratar de hablar de una película como esta, sin desvelar algo de su intrincada trama, es un ejercicio de equilibrio, así que optaré, por deferencia a los espectadores que aún no han visto el film, por referirme únicamente al comienzo de la historia. Creo que con esto únicamente adelanto una media hora de las más de tres horas que dura la película.  No obstante, para los puristas, decir que el párrafo siguiente incluye algunos detalles argumentales. 

Tras un terrible prólogo dedicado a Ojo de halcón (Jeremy Renner), ausente en la película anterior, Los vengadores: End game arranca exactamente donde acabó Infinity war. Eso sí, hay una irrupción espectacular de Capitana Marvel (Brie Larson), no en vano ha pasado una película sobre este personaje entre ambas partes de la historia. Es precisamente este personaje el que consigue traer a uno de los vengadores de su exilio forzoso y retoma la lucha. En definitiva, hay que decir que los héroes encuentran de nuevo a Thanos (Josh Brolin), pero que no es el mismo que era, y luego se produce un salto temporal de aproximadamente cinco años. Y aquí es donde de verdad arranca la película, con la vuelta de Ant Man del mundo cuántico y la idea de este para enfrentarse de nuevo a Thanos. 

Infinity War y Los Vengadores: End Game son películas que se sitúan a caballo entre la narrativa de aventuras y el género épico. Es cierto que hay una serie de eventos, como los (atención spoiler) viajes por las galaxias o en el tiempo, o las relaciones casi amorosas entre algunos de los personajes (el affaire Bruce Banner - Natacha Romanoff nunca llega a concretarse). Pero donde de verdad vibra el público y lo que en el fondo está esperando a ver, es la confrontación entre los héroes contra un adversario temible, que requiere de los esfuerzos de dos ejércitos para resolverse. No solo eso, también está esperando por ver escenas en que los héroes se sacrifiquen por la humanidad. Y en eso Infinity War estuvo servida, con nada menos que la mitad de los héroes perdiendo la vida, algunos de ellos conscientes de lo que iba a suceder (Stephen Strange - Benedict Cumberbatch).


De izquierda a derecha Kevin Feige (presidente de Marvel Studios) y  Chris Hemsworth (Thor), Tom Hiddleston (Loki), Chadwick Boseman (Pantera Negra) Mark Ruffalo (Hulk) en la Comic Con de San Diego.

Y, como película de (super)héroes, no defrauda. Porque si de algo estaba harto el público, como lo han demostrado algunas de las últimas películas dedicadas a Superman, lejos del éxito que se esperaba, es de lo superhéroes invencibles. Solo al encontrarse unos héroes con un adversario tan formidable que es capaz de derrotar a Thor, Hulk y Loki juntos, puede empezar de verdad la historia. Porque en el fondo, ¿qué son los héroes, o los superhéroes, si no son capaces de encarnar unos valores morales superiores, o el máximo al que pueden aspirar aquellos a quienes protegen?. Solo habíamos visto algo parecido en el sacrificio del Capitán América (Chris Evans), que renuncia al amor de su vida para salvar a la humanidad, en su primera película. Y aún así esto era para él solo el comienzo de su historia en el "presente" Marvel. No había habido en prácticamente ninguna película de Marvel Studios verdaderos sacrificios hasta Infintiy War. Y es por eso en cierto modo que la película tuvo tanto éxito. Porque por fin los héroes se plantaban ante un adversario que tenía potencial para vencerlos de verdad. 

Vengadores: End Game tiene una trama verdaderamente imaginativa, con soluciones creativas a algunos de los problemas que plantea el final de Infinity War. Logra que continúe la historia, y consigue una evolución lógica de los personajes. Solo adelantar que los Thor, Hulk  y Iron man  que el espectador va a ver en el primer tercio de la película no tienen nada que ver con los que ha visto hasta ahora. Los personajes también tienen que crecer y transformarse en cierto modo. Así que los guionistas no han tenido miedo a transformarlos,  incluso a costa de decepcionar a sus fans (¡pobre Chris Hemsworth!). Una vez que descubren cómo han evolucionado sus héroes, había que dar a los espectadores una posibilidad de continuidad después de lo que parece la “solución final” de Thanos. Y esto es algo que, aparte del hecho de que la película es pura ciencia ficción, con mucho más de ficción que de ciencia, los guionistas también logran resolver con acierto. En bastantes momentos caen en la autoparodia de género, y los guiños cómicos son continuos. Pero al final, de algún modo, el espectador consigue entrar en una historia que, contada de otro modo, habría resultado una historia disparatada.

Otro de los aciertos de la historia es la capacidad para no tomarse demasiado en serio a sí mismos de los héroes. La vanidad de Iron Man, la inocencia o simplicidad de Thor, en cierto modo, o la inseguridad de Bruce Banner/Hulk  son elementos que no solo enriquecen la historia. En alguno de los casos, la hacen avanzar y son una pieza clave. La frase escuchada a su padre por Tony Stark, indicándole que él siempre antepondría sus propios intereses a los de los demás, es de hecho una semilla en la mente de Iron Man que tendrá importantes consecuencias en la trama.


Los directores Anthony Russo y Joe Russo

Por último, las escenas épicas no defraudan. Son irreales, fantásticas, y hasta cierto punto fruto de una imaginación alucinada,  pero la escala de los personajes y la brillantez de los efectos especiales hacen que resulten efectivas. La ventaja de un antagonista como Thanos es que tiene su propio ejército traído de otra galaxia, y que puede plantar cara a los Vengadores y a todos los superhéroes de Marvel Studios juntos. Y eso da otra dimensión a las batallas. Por supuesto, hay momentos emocionantes, como la lucha por el guante del infinito, o el regreso de Ant Man de las profundidades en su versión de Hombre Gigante. 

Y además, no deja de haber guiños interesantes para los seguidores de los cómics Marvel. No solo el cameo de Stan Lee (R.I.P.) con su frase “Ey, ¡Haz el amor y no la guerra!”, en la escena ambientada en los 70. También,  el lector de cómics reconocerá en el momento crítico en que Hulk logra salvar a sus amigos sosteniendo las ruinas de un edificio sobre sus hombros al número 4 de las primeras Secret Wars. La escena feminista de la batalla, con todas las superheroínas en línea, recuerda a la A Force de los cómics, una agrupación exclusivamente femenina de Marvel, que unieron sus fuerzas para derrotar a los malos. Y por supuesto, el casco de Hank Pym (un Michael Douglas sintetizado digitalmente), que podemos ver en la escena de los 70, es el casco que luce Ant Man en los cómics originales.  En definitiva, la película tampoco defrauda a los seguidores de los cómics. Y detalles como utilizar la frase “la prueba de que Tony Stark tiene corazón” en un momento crítico, hace que tampoco defraude a  los seguidores de las películas.

En definitiva, Marvel Studios y los hermanos Russo, con ayuda de los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely, lo han vuelto a hacer. Han dado un remate final propio de una gran saga a esta moderna mitología que son los superhéroes marvel. 

La única duda que nos queda por aclarar es…¿Volverá a resucitar alguno de sus héroes caídos? Si así lo hacen, probablemente ingresarán unos cuantos millones de dólares más, pero, para este comentarista, habrán perdido toda credibilidad como narradores, como le pasó a George Lucas con las películas de la saga Star Wars de los primeros años de este milenio. 

Esperamos que no sea así, por el bien de los fans y por el recuerdo de Stan Lee, que en paz descanse.